A pesar de años de experiencia, el barro sigue sorprendiendo a Francisco.

FRANCISCO LARA

Con más de 40 años cerca del barro y la cerámica, Francisco aún afirma que no es un artesano completo.

Su especialidad es la investigación; la creación y ajuste de fórmulas o pastas específicas, y en los últimos años, la técnica de bruñido.

Visitarlo es conocer un poco más sobre Dolores, sobre las historias alrededor de sus talleres, sus fábricas, sus alfareros y sobre todo, de los retos que surgen en cada prueba y en cada quema.

El Contacto con el barro

Francisco tuvo unos tíos que le iniciaron en la alfarería. Desde los 10 años ya les llevaba el desayuno a su taller. Poco a poco fue conociendo el mundo de la cerámica y aprendiendo sobre las pastas hasta dedicarse por completo a ello.

Para él, trabajar con barro no es cualquier cosa, lo describe como algo maravilloso, es un mundo lleno de misterios y descubrimientos.

"El barro tiene un cierto embrujo; cuando uno lo está trabajando surgen ideas de la nada y se entienden muchas cosas".

— Francisco Lara

Su intuición como maestro alfarero y la situación de Dolores

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Tiene aproximadamente 15 años que Francisco comenzó a buscar aprender más en libros, no importando que éstos estén en Italiano. Interpreta las fórmulas y algunos textos para sacar sus propias conclusiones, así se ayuda a resolver los problemas que le surgen.

Afirma que el trabajo de la alfarería y cerámica ha disminuido increíblemente desde la caída de las Torres Gemelas y con la liberación de aranceles al comercio Chino. Antes la economía de Dolores estaba totalmente movida por el trabajo de sus alfareros; hoy en día hay ya muy pocos talleres que han sobrevivido, la gente prefiere trabajar en las fábricas de grandes empresas que se han asentado en los alrededores. Trabajar en un taller ya no resulta redituable, mucho menos tener uno.

Está seguro de que, como mexicanos, nos hace falta crear diseños propios y exclusivos para diferenciarnos unos de otros en el mercado, compitiendo de manera sana, sin competir sólo por precio.

 

Para Francisco, trabajar las piezas de MERAKIA ha significado darse cuenta de un mundo nuevo en la cerámica. Trabajar el barro, tal y como es, en su forma más simple, sin esmaltes y bruñido en su superficie le ha evidenciado la cantidad de sorpresas que guarda un material que él mismo percibía como algo simple y fácil de trabajar.

"Pensaba que ya dominaba casi todo en cuanto a las fórmulas, pero trabajando piezas tan sencillas para ser bruñidas, me he dado cuenta de que hay todo un mundo de cosas por seguir aprendiendo; dominar el barro no es cosa fácil".

— Francisco Lara